Un 4 de abril, en Eventos Buenos Ayres de Puerto Madero, Gustavo Cerati hacía la presentación ante la prensa de su nuevo álbum Ahí Vamos. Entre aplausos y una breve introducción hecha por Gustavo, a quien tuvieron que pedirle que se quede unos segundos más en el escenario porque ya expresaba: «Nada, vamos a comer…», a minutos de haber subido al escenario, los ejecutivos de Sony Music le comentaron que antes de la salida oficial del álbum, la placa ya era disco de platino con más de 40.000 unidades vendidas.
Después de haber pasado por varias experiencias como solista que lo llevaron más hacia otros géneros como el pop, la música electrónica y hasta la interpretación de sus canciones como piezas clásicas, en «Ahí Vamos» Gustavo decidió volver a agarrar esa guitarra característica que lo llevó a la cima de su carrera como solista al componer esos increíbles 13 temas que quedarán para siempre en la historia como el repertorio de unos de los mejores discos de rock nacional.
Grabado entre los estudios Unísono de Buenos Aires y Masterdisk en Nueva York, los músicos que acompañaron a Cerati en creación de este sonido glorioso fueron Flavio Etcheto, Leandro Fresco, Emmanuel Cauvet, Fernando Samalea, Richard Coleman, Tweety Gonzalez, Fernando Nale, Pedro Moscuzza, Javier Zuker, Eduardo Gomez y Ginger Reyes.
«El álbum está muy enfocado hacia la guitarra, la voz y la forma clásica de la canción: estrofa, estribillo, puente. Lo hice porque quería que el disco tuviera una dirección y no fuera heterogéneo como otros. Es un disco de rock, con energía de rock. Sería como una especie de manual del Cerati ilustrado que tiene puntos de contacto con muchas cosas. La gente va a encontrar familiaridad con cosas que hice con Soda Stereo, pero también con discos solistas míos. Nada se pierde». Esto es «Ahí Vamos» en palabras del mismo Gustavo Cerati.
El primer corte que se conoció fue Crimen, al que lo acompañó un videoclip que según Gustavo fue:»Una idea fue del director Joaquín Cambre. La canción ya es de por sí una balada clásica, al estilo «rompecorazones», así que para el video quería desacartonarla un poco para sacarle esa cuestión sufriente. Joaquín dio en el clavo cuando trajo su idea: detective, década del 50, policial negro…Yo ya había pensado algo parecido». Además, dijo: «A veces me inspiro en cosas que están fuera del tiempo y lugar. La canción es un rompecorazones de entrada, una especie de puñalada, pero yo estaba en una situación muy feliz. En un momento habla de los celos otra vez y remite a «Muchacho celoso», el tema de John Lennon, que para mí es la canción de amor por antonomasia. Como artista puedo recrear o imaginar una situación, aunque no esté pasando por ella en ese momento. Y me hago carne de eso, porque cuando estoy escribiendo, hay momentos en que hasta se me llenan los ojos de lágrimas«.
Los otros cortes del disco fueron:
«La excepción» fue el primer tema que arrancó este disco, fue así: aceleración 0-100. Fue de la nada: el tema. Estábamos en el estudio, marqué 4 y empecé a tocar la guitarra como si fuera «De Música Ligera», algo así muy parecido digamos, la manera de composición, muy instantáneo. Después vino la parte más de la letra que, en realidad, yo quería jugar con un ideario rockero donde la palabra «satisfacción» o «insatisfacción», o la palabra «fuego» o «arder», que son partes como esencial del rock, estuvieran ahí. Quise jugar un poco con esa idea y terminé sintiendo que estoy utilizando como una idea bien rockera desde su sonido y desde las palabras, pero para decir que es mejor durar que arder, todo lo contrario que se supone que el rock pregona, dijo Cerati.
Sobre «Adiós«, Gustavo comentó: «Es una de las primeras canciones, así redondas, cerradas que terminé, que hice para el disco y habla del final de una relación pero con un sentido evolutivo ¿no? Hay un momento que dice que «Separarse de la especie por algo superior, no es soberbia, es amor», como comprender que a veces hay que decir adiós para crecer».
Refiriéndose a «Lago en el cielo«, Gustavo contó que para él es la perla del disco: «Lamentablemente tomo partido por ese tema. Digo…a todos uno los quiere, pero esa es una canción que salió así de una. Es como la canción de amor del disco, aunque tiene algo muy potente sonoramente y es esa cosa…a veces uno siente que ante una relación uno le pone mucho gas, la empuja mucho, quiere que sea de determinada manera. Y la canción me sirvió un poco para reforzar algunas ideas de decir: «Bueno, vamos despacio…yo sé que todo esto está increíble, que vamos para el mismo imaginario, que vamos para el mismo lugar, pero vamos despacio. O sea: «Ahí vamos» en este caso, pero despacio, sin apresurarnos, sin crearnos falsas expectativas.
Sobre «Me quedo aquí», el cantante expresó: «Es la representación de lo que pasó con ese tsunami de Indonesia y la sensación que tuve era que esas palabras eran equivalentes emocionalmente para todos. Sentí, además, que ese año, particularmente, se movieron muchas cosas y me puse en la piel de aquel que estaba en New Orleans o acá en Santa Fé: le llega el agua y se queda ahí porque ¿a dónde va a ir? O sea, es esa relación con la tierra».
Ganador más de 20 premios y reconocimientos entre 2006 y 2007, entre ellos tres Grammys Latinos, «Ahí Vamos» cuenta una historia irrepetible, que cuando lo escuchás te hace sentir algo que nunca sentiste y definitivamente te lleva a un lugar con parlantes.
